• 1 Cristiano de la Secreta
    No olvides el mensaje de esta película.

La importancia de lo urgente

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Domingo, cinco de la tarde en punto, culto vespertino, reunidos un grupo de hermanos y hermanas que normalmente a esta hora y en este día buscan otro poco más, sí, otro poco más, de alimento espiritual. El de la mañana fue nutritivo, por eso, buscamos otro poco más.

¡Listos! hemos puesto nuestras necesidades en las manos de Dios, hemos tenido ya un período de alabanza y adoración, y como dije ¡listos! listos para el mensaje vespertino. Hoy, más que nunca hemos entendido que el mensaje vespertino es complementario al del culto de mediodía. "La importancia de lo urgente", es el tema de esta tarde, "La urgencia de lo importante" fue el que Dios nos compartió al mediodía.

Dios nos enseñó que es urgente realizar lo importante, "todo lo que te venga a la mano hacer, ¡hazlo!", esa fue la clave que guió la predicación. La primera parte nos recordó que estar vivos es lo más importante que experimentamos, todos/as los vivos estamos en la mano de Dios, todo acontece de la misma manera, un mismo suceso acontece a todas/os, por eso aún hay esperanza para todo/a aquel que está entre los vivos, dicho en la sabiduría de Israel "Más vale perro vivo, que león muerto".

La importancia de lo urgente radica en el entender que es importante estar vivos y es urgente aprovechar esto, porque la vida se esfuma cada día, se extingue a cada momento, mientras más vivimos, morimos un poco más. Por eso Dios nos recomienda que vivamos con gozo y alegría, no te tomes tan en serio las cosas, vive con gozo y alegría, y disfruta esa vida con las personas que amas, busca la oportunidad de tu vida, ¡hazlo!, tiempo y ocasión acontecen a todos, no desaproveches la oportunidad de vivir, pero hazlo al máximo de tus fuerzas.

Es importante estar vivos, pero es urgente aprovechar esa vida que Dios nos ofrece cada día al despertar. Llegó el momento de fortalecer los lazos de hermandad, ¿qué tal un atole con un buen pan dulce? Se acabo el día, es tiempo de retirarnos, "...el que mucho se despide pocas ganas tiene de irse...", es que, ha sido un día tan lleno de la presencia de Dios que es difícil querer irse. Lo bueno es que si Dios lo permite dentro de ocho días tendremos más.

LA URGENCIA DE LO URGENTE

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Psicología Pastoral, todos estabamos atentos al profesor pues queríamos aprender bien como actuar frente a una iglesia que requiere cambios, estabamos en 1985, en uno de los tantos seminarios de la Ciudad de México.

La enseñanza fue adecuada para esa época: cambios graduales, paulatinos, pequeños, imperceptibles, constantes, poco a poco, así cambiaba todo en aquellos años. Todavía no teníamos teléfonos celulares ni computadoras personales, si queríamos tener un teléfono movil, había que pagar a una telefonista cuotas muy elevadas para enlazar a grupo de personas que podían pagar ese servicio.

Durante los primeros años en el ministerio ésta enseñanza fue muy útil, así se lograban grandes cosas en las iglesias hace 20 años. Recuerdo muy bien que una vez leí como daban vuelta los transportes marítimos, los más pequeños pueden dar vuelta en pocos metros, pero un gran trasatlántico requiere algunas millas marinas para hacerlo. Esa era una buena razón para aquella enseñanza.

Hoy las cosas han cambiado, la telefonía movil cambia en muy poco tiempo, las computadoras hoy realmente son "personales", los cambios son drásticos y veloces. Hoy sigue siendo primordial pensar en la importancia de lo importante, pero sin olvidar la urgencia de lo urgente, hoy lo importante es urgente, no podemos pensar que es posible hacer las cosas como antes, el pensamiento que es el lastre más grande de las iglesias e instituciones cristianas es pensar "por qué tenemos que cambiar, si siempre lo hemos hecho así".

Dios nos pide que si tenemos algo para hacer, lo hagamos, ya, ahora, en este instante, la vida se esfuma, la vida se agota, el tiempo no se detiene y no perdona, la orden es "hazlo", todo lo que te venga a la mano hacer "hazlo". Los cambios se tienen que dar pronto y más si no eres un gran trasatlántico, no podemos hacer las cosas como se hacían hace 20 años, es más, no podemos hacer las cosas como las hacíamos hace 5 años. Lo importante ahora es urgente, y lo urgente cada vez más es lo importante.

"...si tuviereis amor"

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Habían pasado ya algunos años de aquel examen que tanto le había preocupado, por el cual había estudiado tanto tiempo, el que marcaba la diferencia entre ser pastor en toda la extensión de la palabra y ser solamente un candidato al pastorado. Cómo recordaba una de las preguntas.

La respuesta a esta pregunta muy bien puede servir como guía para hacer crecer a la iglesia, pero a pesar de buscar que cada una de estas características estuvieran en la iglesia, ésta no crecía, hacía falta algo, había un hueco que no sabía cuál era, pero que estaba seguro haría que todo saliera adelante.

Sediento de encontrar esa característica, leyó y leyó una y otra vez la Biblia, sabiéndo que ahí estaba la respuesta, pero que era su tarea descubrirla, al mismo tiempo oraba pidiéndo la dirección del Espíritu Santo. Y de repente, su vista fue guiada como por rayo a esta porción de la Escritura.

Ahí estaba la respuesta, había encontrado el ingrediente principal, la enseñanza siempre había estado ahí, pero esa ocasión, fue como si una gran luz señalara esa parte de la Palabra de Dios escrita. Leyó el pasaje nuevamente, lo analizó, lo estudio bajo todas las recomendaciones que la hermenéutica bíblica enseña, esa noche oró pidiéndo la dirección de Dios.

A la mañana siguiente volvió al pasaje bíblico. Sí, esa era la respuesta, pero había una condición que cumplir. Qué difícil, pensó, pero si cumplimos con la condición seguramente la iglesia crecerá, si Jesús lo dijo, debe ser por algo muy importante. Los resultados iban a ser excepcionales, "todos conocerán que son mis discípulos", la condición era la clave, si cumplían con la condición la respuesta sería una realidad, "....si tuviereis amor los unos con los otros"

20/70/10

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En toda institución u organización humana, desde los equipos deportivos, sindicatos, empresas, escuelas, negocios, seminarios, y hasta en las iglesias, existe una clasificación de tres grandes grupos de personas que de acuerdo a sus características y porcentajes se le conoce como la regla 20/70/10.

En el nivel más alto encontramos al grupo que forma el 20 % del total. Las personas que están en este grupo son las de un rendimiento excelente, son aquellas personas que siempre dan un extra, son proactivos, son los que llevan más allá a la organización.

El segundo nivel esta formado por el 70%. Los que lo integran son personas de rendimiento medio, son las que mantienen la institución, no dan un extra, pero ahí están, no rinden más de lo que deben rendir, pero se cuenta con ellas para hacer lo que tienen que hacer.

El nivel más bajo es el 10%. Son los pesimistas, los que solamente critican, nada les agrada, están en la mediocridad, no hacen nada y solamente se la pasan juzgando lo que hacen los demás, su rendimiento es bajísimo.

Hay algo muy importante que como cristianos debemos hacer, evaluarnos para conocer en que nivel estamos, y comprender que Dios nos quiere dentro del 20% de los que hacen las cosas con excelente, mínimo en el 70%, que son los que sostienen la obra, nunca en el 10% de la mediocridad y pesismismo.

Si haces una re-lectura de la Biblia desde esta perspectiva, te aseguro que te vas a sorprender de la gran cantidad de versículos que enseñan sobre esta idea, de hecho el que creó esta regla, es un cristiano comprometido, y quien llevó a General Electric en los últimos años a ser una de las empresas más importantes del mundo cuando muchos ya pensaban que GE moriría. Jesús dijo, que por nuestros frutos seremos conocidos.



EDIFICARÉ MI IGLESIA

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La iglesia es el instrumento que Dios utiliza para darle a conocer a los seres humanos la obra redentora de Jesús, como Mesías. Esto provee de esperanza, pues Él edifica a su iglesia, Cristo es el constructor, la iglesia el lugar donde Él trabaja, y la edifica porque está formada por los que Él llamó.

I.- Liderazgo Capacitador. (1 Corintios 3:1-9)
La iglesia es el edificio de Dios, no los líderes, por eso Dios es el que da el crecimiento, la iglesia trabaja, pero el crecimiento lo da Dios. Los líderes son colaboradores, su responsabilidad es ser una fuerza que une, coordina, motiva, pero la iglesia es la que trabaja. En la iglesia siembra Dios, y, en la iglesia también cosecha. Los miembros no son espectadores sino actores.

2.- Ministerio según los dones. (1 Corintios 12:1-11)
Ignorar los dones espirituales es no disfrutar de la libertad que provee conocer la verdad de Dios, esta libertad nos permite conocer el actuar de Dios en la diversidad de dones, ministerios y operaciones.

3.- Espiritualidad Ferviente. (Romanos 8:1-8)
Si queremos una iglesia comprometida, apasionada, entusiasta y con entrega, la encontramos en una iglesia con espiritualidad ferviente. Una iglesia que anda, piensa, se ocupa y vive según el Espiritu, esa es una iglesia con espiritualidad ferviente.

4.- Estructuras Funcionales. (Hechos 6:17)
Pablo pone de ejemplo para entender esto al cuerpo humano. Además la Biblia nos aclara que la iglesia no está al servicios de estas estructuras sino las estructuras están al servicio de la iglesia. Cuando estas estructuras no son funcionales se vuelven un estorbo y entonces llega el momento del cambio y de mejorar.

5.- Cultos Inspiradores. (Salmo 122)
Dios no es un aguafiestas. El gozo y la alegría deben ser características de todo creyente. La actitud con la que nos acerquemos al culto determinará cómo será el culto. El culto es una fiesta solemne, donde la iglesia en unidad, alabanza, justicia divina, y, en paz, expresa su gratitud a Dios en cultos inspiradores.

ÉSTE, ES UN RESUMEN DE LO QUE HEMOS VISTO HASTA EL DOMINGO PASADO, LO COMPARTO PORQUE DEBIDO A MIS PROBLEMAS DE SALUD DURANTE TRES DOMINGOS NO PUDE COMPARTIR EL MENSAJE. ESPERO QUE DIOS NOS PERMITA LLEGAR A LA META, QUE CADA MIEMBRO TOME UNA DECISIÓN PARA SERVIR A DIOS Y HACER CRECER A LA IGLESIA.

ENCUENTRO CON DIOS

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El domingo 3 de octubre amanecí con cierto dolor en el abdomen y con algo de temperatura. Así estaba desde el viernes pasado, pero como el médico ya me había recetado, esperaba simplemente que la medicina hiciera su efecto; me bañé y la temperatura desapareció -gracias a Dios- pensé, porque sí podía ir a la iglesia a compartir su Palabra.

Durante el culto todo se desarrolló normalmente, Dios me permitió compartir a la iglesia la cuarta carácteristica de una iglesia que crece, que es parte de una serie de mensajes que estaba compartiéndo desde el primer domingo de septiembre bajo el título "EDIFICARÉ MI IGLESIA".

Terminando el culto nuevamente me sentí mal, tenía temperatura y dolor, y Dios, como siempre, usa a sus ángeles para bendecirnos (como he compartido alguna ocasión la Biblia enseña que hay ángeles espirituales y ángeles humanos) y dos (o tres) de esos ángeles me llevaron a un hospital.

Pensé que me revisarían y saldría en una hora o dos, me quedé cuatro días, ahí pude vivir en carne propia el sufrimiento humano y observarlo desde el mismo lado, en una cama de la sala de urgencias.

De lo que observé un alto porcentaje de los que ahí estaban eran jóvenes, y no estaban ahí por enfermedad, sino por la violencia y el pecado, accidentados por manejar en estado de ebriedad, uno murió, otros más requirieron operaciones peligrosísimas porque habían participado en un pleito después de salir de una fiesta y sintiéndose valientes por la ingesta de alcohol, fueron "picados" con arma blanca o atropellados por una camioneta; otros más siendo heridos en un asalto; otros eran personas de edad avanzada enfrentando ya problemas de salud.

Mi situación personal era delicada, pero, Dios la ha ido cambiando, en muchos momentos me encontré a Dios, en medio de la incertidumbre, en el dolor físico, en medio de terribles escalofríos por la temperatura, ahí estaba Dios, y ahí estaba su iglesia orando por mi, clamándo a Dios por mi salud, y no quisiera extenderme más pero hasta el día que salí del hospital (por cierto según los médicos para regresar a operarme de la vesícula) ahí estaba Dios, esperándome a la salida.

Les comparto esto porque el domingo pasado pude por fin retomar esta serie de predicaciones, y seguir encontrándo a Dios cada día, ahora, con mayor entendimiento de su presencia y sus bendiciones. Y quisiera compartirles un testimonio más ya fuera del hospital y resumir esta serie de mensajes para poder llegar a tomar decisiones de compromiso y trabajo en la iglesia, pero será un poco más adelante.


Hoy un poco antes de escribir estas líneas volví a encontrarme con Dios. DIOS LES BENDIGA Y SIGAMOS CONSTRUYENDO EL SHALOM DEL ETERNO.