¡EDIFICARÉ MI IGLESIA! Ésta es una gran promesa, ya que cuando Jesús la dijo, estaba mirando con una gran visión hacia el futuro. El verbo edificar está conjugado en futuro, y este tiempo en griego habla de una gran expectativa de lo que ha de venir, que es mejor que lo presente.

¿Cómo hará una iglesia victoriosa (las puertas del hades no prevalecerán) y con autoridad (todo lo que desates en la tierra, será atado en el cielo) siendo indiferente hacia ella? Además es su iglesia y de nadie más, él la formó, él murió por ella, él ha ido llamando y añadiendo a ella los que han de ser salvos. ¡No! definitivamente Cristo no es indiferente a su iglesia, ¿por qué su iglesia si es indiferente hacia él? No puedes ser tibio, debes ser frío o caliente, no puedes estar medio interesado; o eres indiferente o tienes entrega a Cristo.
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