Para qué nos da trabajo Dios.

"Pastor, no pude ir el domingo al culto porque tuve tanto trabajo........" "Ay, Señor, disculpa que no vaya hoy a la iglesia, pero tu sabes que estoy tan ocupado/a". ¿Has dicho alguna vez frases como éstas? Son excusas más que razones para no ir a la iglesia los domingos, y entre las más comunes en nuestros días es el exceso de trabajo -aunque para algunos es la falta de éste- por eso pensemos un momento en lo siguiente.

Cuando los israelitas fueron llamados por Dios a una celebración (culto, adoración) en el desierto, el Faraón para no permitirlo, les dió más trabajo, cuando Dios te llama para que asistas a una celebración con tu iglesia, satanás, te va a poner siempre algo por hacer. Lo lamentable es que siempre creemos que nuestra "razón" es muy justificable. "Tengo visitas insesperadas", "Tengo mucho quehacer en casa", "Tengo que estudiar", "Tengo que trabajar", "Estoy muy cansado", "Ya fuí en la mañana al culto", "Tengo que preparar lo de la semana", "Tengo que ir al super", entre otras muchas más "razones" nos justifican para no asistir.

Pero, hablando del trabajo, Dios te lo da para que suplas dos grandes áreas de tu vida, lo material, pero sobre todo, lo espiritual. Cuando tú descuidas alguna de éstas, el trabajo no está cumpliendo el objetivo para el cual Dios te lo dió, y en realidad se vuelve un obstáculo, y pensamos que estamos haciendo algo bueno porque "estamos trabajando", pero en realidad es un obstáculo para estar con Dios.

El trabajo debe ser una fuente de recursos para sostener tus necesidades materiales, pero también tus necesidades espirituales, no solo lo espiritual, no solo lo material, sino, las dos. No permitas que nada se convierta en un obstáculo para estar en comunión con Dios.