Que dilema, aquel lugar que dió trabajo y alimento a los israelitas por algún tiempo, ahora había que abandonarlo, porque Dios deseaba que su pueblo le adorara, esa era la meta al salir de ese lugar, ya que el pueblo se había olvidado de adorar a Dios y Moisés fue llamado a llevar al pueblo a una relación de adoración.¿Qué hizo Faraón cuando se enteró de todo esto? Obstaculizar que el pueblo realizara lo que Dios anhelaba, que le adoraran; ¿Cómo? les impuso más trabajo, además con mucha injusticia y abusando de su poder, porque el Faraón decía que el estar de ociosos les hacía pensar en adorar a Dios.
El trabajo no debe ser un obstáculo para adorar a Dios, de hecho Dios nos lo da para tener recursos para alimentarnos de PAN y alimentarnos de la PALABRA DE DIOS, cuando alguna de estas áreas falta, el trabajo no está cumpliendo el propósito para el cual Dios nos lo dió.
Dios con esmero y dedicación les enseñó esto a los israelitas y preparó todos los eventos de la salida de Egipto, era una enseñanza que nunca deberían olvidar, no hay nada más importante, productivo y valioso que adorar a Dios y el trabajo es un generador de recursos para lograr esto.
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